miércoles, 9 de mayo de 2012

Realmente ¿Hay túneles en Morelia? II

Después de casi un mes de ausencia, por motivos familiares de salud, retomo el asunto de los túneles en Morelia.
En mi anterior mencioné una experiencia tenida en el año de 1942. Por ese mismo año, vivía yo en la calle 1° de Mayo, casi esquina con H. de Nacozari, y pertenecía a lo que se llamaba "Barrio de Jauja"; en la esquina de mi calle estaba la tienda -famosa en su tiempo y se llamaba "La Esperanza"- y cuadra y media arriba, sobre H. de Nocupétaro, otra llamada "La Campana".
De niño, ya sea solo o a lo sumo con otro compañero, se podía circular libremente por los barrios vecinos, pero yendo 3 ó más era muy probable que la "pandilla" del barrio invadido les hiciera bronca y se iniciara un "guerra" entre las dos pandillas. La pandilla de Jauja era, en general, tranquilas, no así la del "Rastro" ("Los Rastreños") que era de las más violentas de la ciudad y, por ende, la más temida por todos. Ésta comprendía casi toda la calle 5 de Febrero, la zona de los actuales frontones y la parte sur de la colonia Obrera, en ese año "comandada" por un compañero de la Escuela Belisario Dominguez, con quien yo tenía buena amistad. No se olvida su nombre -ya ilustre de por sí- pues sellamaba Nicolás Bravo y vivía en una de las últimas casas, casi colindando con el Rastro, y con cierta frecuencia lo visitaba. Un viernes me dijo que, para el siguiente sábado, tenía planeada una visita a las "Cuevas del Toro", que si quería ir y tenía lámpara de pilas, podía hacerlo en conpañía de uno o dos amigos de la pandilla de Jauja. Invité a varios pero, por temor, no aceptaron, siendo Valdemar Villaseñor (el "grandulón de la pandilla", por su estatura) el único que aceptó.
Las cuevas se ubicaban en la ladera poniente de la "Loma del Toro", cerca de lo que hoy es el Templo de San Miguel y en el centro de la actual colonia Independencia. La gente decía que su tramo oriente se extendía hasta pasar la Tenencia Isaac Arriaga, mientras que su tramo poniente terminaba en la Catedral de Morelia, y como tal decían los adultos, todos los jóvenes y niños lo aceptábamos sin chistar. Había, pues, que ir preparados par un recorrido de casi tres kilómetrros si queríamos "llegar hasta la Catedral".
Llegado el sábado, y equipados con lámpara de pilas, una botella "quinta" de agua -tapada con un trozo de olote de maíz- una jícama (de las que se cultivaban en "Tres Puentes") y dos naranjas, emprendimos la caminata para llegar a las cuevas.

¿REALMENTE HAY TÚNELES EN MORELIA? 2

Después de una ausencia involuntaria de más de un mes, vuelvo a tomar el tema sobre los túneles de Morelia.
En mi anterior expliqué cómo conocí la primera parte del que mucha gente asegura que va del antiguo Seminario Diocesano (después Secundaria de San José) hasta la antigua Residencia o Palacio Episcopal (hoy sede de la Secretaría de Salubridad) en la esquina de las calles Benito Juáres y Santiago Tapia y, de ese punto, hasta llegar a la antigua Casa del Diezmo (actual Banco Nacional) en la primera cuadra de la Av. Madero Oriente.
En seguida paso a relatar, exclusivamente lo que personalmente me consta, uno de los detalles ocurridos durante mi larga permanencia en al Junta de Vigilancia para la Conservación de Morelia (1960-1987). Sin poder precisar la fecha -quizá a principio de los 80's- se presentó, para su revisión y en su caso aprobación, el proyecto para la remodelación del antiguo edificio del Diezmo, que por cierto daba nombre a la primera cuadra de la actual Av. Madero Ote., en la primera nomenclatura que tuvo la ciudad, que contemplaba construir el portal y pasillo del lado oriente del predio, ya que el patio original sólo tenía 3 corredores con arcadas. También incluía la construcción de una bóveda "acorazada" de unos 5 por 10 metros, ubicada en la esquina noreste del patio actual del Banco.
Se revisó el proyecto y se aprobó por unanimidad de los integrantes de la Junta, condicionada a que tuvieran informada a la Junta de cualquier vestigio que se encontrara durante las excavaciones, retiro de aplanados, etc. (Ya se hablaba de la posible existencia de un túnel entre este sitio y el Palacio Episcopal).
Pasado 1 ó 2 meses del inicio de los trabajos, dieron aviso que, al iniciar las excavaciones para la obra de la bóveda, habían encontrado unos escalones descendentes de cantera labrada y al retirar los escombros habían descubierto lo que, aparentemente, era un túnel. Invité a los demás integrantes de la Junta a realizar una visita de inspección, acompañándome los C. Ingenieros Sergio Ochoa G. y Carlos Torres Planck. En efecto, se trataba del inicio de un túnel que iba en dirección Nor noreste, casi apuntando hacía en antiguo Palacio Episcopal, del que habían despejado una longitud aproximada de 10 metros, al final de la cual estaba totalmente derrumbado y, por lo compacto que se veía el relleno, tenía aspecto de ser un derrumbe muy antiguo. Los constructores propusieron rellenar un tramo de 2 ó 3 metros de concreto simple y reforzar con más acero el fondo y paredes de la bóveda, siendo aprobada por la Junta.
Años después, por 1999, cayó en mis manos un plano de la ciudad (en copia azul, como eran antes) hecho por el Ing. Porfirio García de León y fechado en 1915, en el que apreciaba un trazo con tinta blanca -que alguien quizo borrar- señalando el túnel de la Casa del Diezmo al Palacio Episcopal.
Escaneando dicho plano y ampliándolo con la computadora, pude reconstruir el trazo, buscaré la manera de publicarlo en este espacio. PERO ESA SERÁ PARA MEJOR OCASIÓN.