sábado, 19 de noviembre de 2011

Novatada de "Los Corderos"

Todos los alumnos de nuevo ingreso a la preparatoria (Colegio de San Nicolás) eran pelados (trasquilados) por 4 ò 5 alunmos de los cursos superiores, y lo mejor era no oponer ninguna resistencia ya que el que lo hacía corría el peligro que en la "refriega" le cortaran un trozo de cuero cabelludo -como llegó a ocurrir en más de una vez- dejándole una herida en forma de ojal que, a más de sangrar con mucha abundancia, tardaba semanas en cicatrizar.
Recuerden que les estoy narrando hechos del año de 1949, en que yo ingresé a la prepa.
Nadie escapaba de esta "bien venida", con decirles que al propio Cuauhtémoc Cárdenas -que ingresó al Colegio el mismo año que yo- lo pelaron como a cualquier hijo de vecina.
A más de la obligada pelada, los alumnos provenientes del Instituto Valladolid -a quienes nos llamaban "Corderos"- sufrìamos la "novatada" igual que los alumnos de la Facultad de Leyes, excepto que no había toronjazos. A mí me tocó el disfraz de nujer, con peluca y todo el ajuar que usan, pero a medio camino le pedí a otro "Cordero" que me embadurnara la cara con chapopote, con la advertencia que yo iba a simular resistencia y enojo, para que no me fueran a aumentar el castigo con una rama de "Uña de gato". Igual que otros desfiles de novatos, el nuestro terminó en la Fuente Tarasca, con la "foto oficial". Por cierto que yo guardaba una, pero la destruí por las posturas obscenas que muchos tuvimos con las pobres e indefensas tarascas.
Antes de terminar quiero hacer un breve comentario sobre la foto de la cabeza. Fue tomada después de 1901, ya está construìdo el edificio de Madero y Guillermo Prieto que alojó la farmacia del maestro Elizarrarás, inaugurado ese año, y el Hotel Virrey de Menoza sólo tiene dos pisos (el tercero le fue agragdo a principios de los 30's), y como no se aprecia ningún vehículo de motor -que llegaron en 1910, es de suponer que la foto es de 1905 o por ahí.
Es de admirar el cuidado que los morelianos tenìan con sus nuevas edificaciones, en especial con la volumetría y el ritmo de claros  (vanos de puertas y ventanas)  y macizos (tramos de muro ciego), lo que se traduce en una perspectiva que no se observa en ninguna otra ciudad colonial, cuidado que fue olvidado a partir de 1940 en que se inicia la construcción del Hotel Alameda. Otro detalle que se aprecia es que la  Plaza de Armas, en su lado norte, seguía el alineamiento del Hotel Virrey hasta la esquina de la calle Zaragoza, que es concorde con el plano que Juan de la Torre publica en su libro "Bosquejo histórico de la ciudad de Morelia", publicado por los años de 1885 u 88.

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